"A LOS MORALISTAS DE LAS ASAMBLEAS
Cuando pienso en esa ansia de actuar que excita y aguijonea incesantemente a millones de jóvenes europeos, incapaces de soportar el aburrimiento o de soportarse a sí mismos, entonces comprendo que ha de existir en ellos un ansia de sufrir para extraer de su sufrimiento una supuesta razón para emprender una obra o acción. ¡Es preciso que exista la miseria! De ahí el griterío de los políticos, de ahí muchas "situaciones de miseria" de toda especie, falsas, inventadas y exageradas junto con la ciega disposición a creer en ellas. El mundo joven desea que desde afuera no venga ni se haga ostensible algo así como la felicidad, tan sólo la infelicidad. Su imaginación está ya ocupada de antemano en formar previamente un monstruo. Si estos codiciosos de miseria sintiesen en sí mismos la fuerza para hacerse bien a ellos mismos desde su interior, y de procurarse algo, también serían capaces de proporcionarse desde dentro una miseria particular, y propia. Sus invenciones podrían ser más sutiles, sus satisfacciones podrían sonar para ellos como buena música, ¡mientras ahora llenan el mundo hasta rebosar con sus gritos de socorro y, en esa medida, demasiado a menudo con el sentimiento de la miseria!
No saben cómo emprender algo consigo mismos, y así pintan la desgracia de los otros en las paredes. Tienen siempre necesidad de otra cosa; luego, de otra y de otra.
-Perdón, amigos, me he atrevido a pintar mi felicidad en las paredes.
Friedrich Nietzsche.
El ansia de sufrir de La gaya scienza".
La revolución, por fortuna, es hija de mil padres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario